La Corrida de la Beneficencia 2025: La Tradición que Cierra San Isidro y Abre el Corazón de Madrid
Madrid se ha engalanado una vez más para celebrar una de sus citas taurinas más emblemáticas y emotivas: la Corrida Extraordinaria de la Beneficencia, que este 2025 puso el broche de oro a una intensa Feria de San Isidro. Más allá del espectáculo en el ruedo, este festejo representa un profundo compromiso social y una arraigada tradición que se remonta al siglo XVII.

La historia de la Corrida de la Beneficencia es tan noble como su propósito. Impulsada originalmente por Felipe IV, buscaba recaudar fondos para el Hospital General de Atocha y otras instituciones benéficas de la época. Una tradición que, con el tiempo, se ha mantenido y consolidado, convirtiéndose en el símbolo de la solidaridad del mundo del toro y la afición madrileña. Es uno de los pocos festejos donde la Casa Real suele hacer acto de presencia, ocupando su palco especial y subrayando la importancia institucional de la cita.
Este año, la Corrida de la Beneficencia, celebrada el domingo 8 de junio de 2025, concitó una expectación mayúscula. El cartel, con toros de la prestigiosa ganadería de Juan Pedro Domecq, anunció a tres figuras de primer nivel: Morante de la Puebla, Fernando Adrián y Borja Jiménez. Una combinación que prometía arte, veteranía y la pujanza de la juventud, garantizando una tarde de altos vuelos taurinos.
La Plaza de Las Ventas, como es habitual en esta fecha, lució un lleno absoluto, con un público entregado que no solo acudía a disfrutar de la lidia, sino también a contribuir a una causa noble. El ambiente en el tendido era de gran gala, con la emoción contenida antes del paseíllo y la posterior explosión de ovaciones y pañuelos blancos ante cada momento de brillantez.
Si bien el resultado artístico de cada edición puede variar, la esencia de la Corrida de la Beneficencia permanece inalterable: la unión de la tauromaquia y la acción social. Cada euro recaudado en esta corrida se destina a fines benéficos, contribuyendo a causas esenciales y demostrando que la Fiesta no solo es arte y bravura, sino también un motor de solidaridad.
Así, la Corrida de la Beneficencia de San Isidro 2025 no solo quedará en el recuerdo por las faenas y los lances que se vieron en el ruedo, sino también por el espíritu altruista que la envuelve. Un festejo que trasciende lo taurino para convertirse en un verdadero acto de amor por Madrid y por quienes más lo necesitan, cerrando con honor un mes de toros y reafirmando el vínculo indisoluble entre la tauromaquia y el corazón de la capital.



